Preguntas frecuentes
Respondemos tus dudas
Es un trastorno común que produce la interrupción de la respiración o que esta se produzca de forma superficial. Estas interrupciones pueden durar desde unos pocos segundos a minutos, y pueden ocurrir más de 30 veces por hora.
Debe hacerse con un cepillo manual o eléctrico adecuado a la edad y destreza motora del paciente y con un cabezal adaptado a su boca. Los filamentos deben ser de punta redonda y de dureza media o blanda. Se recomienda sustituirlo cada tres meses, ya que los filamentos pierden sus cualidades, con lo que se disminuye la eficacia del cepillado y puede llegar a dañar las encías. No hay que olvidarse de cepillar la cara dorsal de la lengua, ya que es donde se acumulan gran parte de bacterias. Debería efectuarse el cepillado, al menos, tres veces al día, después de cada comida. Los profesionales le indicarán cual es la técnica de cepillado, pasta dentífrica y colutorio más adecuado.
Por supuesto, una dieta saludable en la que se reduzca la ingesta de azúcar y los alimentos azucarados contribuye a la disminución del número de caries.
El cepillado y el uso del hilo dental deben iniciarse desde edades tempranas bajo supervisión de los padres, para crear un buen hábito de higiene dental que se mantenga en el tiempo. Es aconsejable visitar al dentista cuando se ha completado la erupción de los dientes temporales y al menos una vez al año a partir de este momento, para prevenir la aparición de cualquier patología.
Los implantes están realizados con titanio, material que no ha demostrado reacciones tóxicas o irritativas sobre el tejido vivo.
Un implante nunca se rechaza, se puede perder por otros motivos como infecciones por mala higiene o tabaco, alguna enfermedad, no seguir bien las instrucciones postoperatorias del odontólogo, o algún problema durante la cirugía, pero nunca por una alergia o porque el organismo lo reconozca como un elemento “extraño”.
Una sesión de menos de una hora, con anestesia local, suele ser suficiente para realizar un injerto óseo dental, que puede complementarse en ocasiones con sedación para hacer que la experiencia sea más satisfactoria.
Sí, la inflamación después un injerto dental es normal. Sin embargo, tomando algunas medidas como aplicar frío sobre la zona o dormir con dos almohadas, se puede reducir la hinchazón. También existen medicamentos específicos que consiguen reducir la duración de estos síntomas.
Sí, se puede comer después de haber sido sometido a un injerto dental. La única limitación es tomar una dieta blanda y fría durante las primeras horas tras la cirugía.
El paciente no tiene por qué sentir dolor durante la cirugía ni durante el posoperatorio inmediato gracias a la anestesia local. Únicamente notará las maniobras del doctor sobre su boca. La administración pautada de medicación analgésica ayuda a controlar las molestias o el dolor leve que pueda surgir en las horas y días posteriores a la intervención.
Al quitar el nervio del diente y por consiguiente su inflamación, conseguimos que el paciente deje de sentir dolor.
Al limpiar todos los tejidos infectados y sellar toda la cavidad existente, conseguimos hacer desaparecer la infección.
El diente queda avital (sin nervio y ni vasos sanguíneos) pero no debe de volver a dar ningún tipo de dolencia.
Se hace necesaria la endodoncia cuando la infección que afecta al diente ha provocado una caries que perfora el esmalte y la dentina, dejando al descubierto el tejido pulpar, que también resulta infectado.
También se puede realizar este tratamiento cuando hay rotura por traumatismo o ante la existencia de una enfermedad periodontal.
Los dientes se oscurecen por el efecto de tinciones externas que aportamos con nuestra alimentación o hábitos como el tabaco, el té, el vino, etc. Pero también por el desgaste del esmalte más exterior de dientes.
A medida que el esmalte de los dientes se va desgastando (proceso que va en aumento con la edad), se empieza a transparentar un color más amarillento de la siguiente capa más interior del propio diente (dentina).
Los resultados son inmediatos y se mantienen en el tiempo pero que necesitarán de un recordatorio anual más suave y sencillo que el primer tratamiento.